¿Cuándo ocurrirá el Arrebatamiento?
¿Cuándo ocurrirá el Arrebatamiento?
1. Introducción: Por qué importa el momento del Arrebatamiento
Entre los cristianos evangélicos que creen en un futuro Arrebatamiento de la iglesia, el debate central no es si el Arrebatamiento ocurrirá, sino cuándo tendrá lugar en relación con la venidera Tribulación. La postura del Arrebatamiento pre‑tribulacional (pretribulacionismo) enseña que Cristo arrebatará a Su iglesia antes de que comience la Tribulación de siete años (la semana número setenta de Daniel).
Este artículo defiende que el Arrebatamiento es pre‑tribulacional. Mostrará, a partir de la Escritura, que:
- El Arrebatamiento y la Segunda Venida son eventos distintos.
- El Arrebatamiento es inminente y sin señales previas.
- A los creyentes de la era de la iglesia se les promete ser exentos de la ira escatológica de Dios.
- La iglesia está ausente en los textos clave sobre la Tribulación.
- El enfoque principal de la Tribulación es Israel y las naciones, no la iglesia.
Comprender estos puntos es esencial para una escatología coherente y bíblicamente fundamentada.
2. Distinción entre el Arrebatamiento y la Segunda Venida
Una pregunta fundamental en la escatología bíblica es si el Arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4; 1 Corintios 15) y la Segunda Venida (Mateo 24; Apocalipsis 19) describen el mismo evento o dos fases del regreso de Cristo.
2.1 Pasajes clave sobre el Arrebatamiento
Los pasajes clásicos sobre el Arrebatamiento son:
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
— 1 Tesalonicenses 4:16–17 (RVR1960)
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”
— 1 Corintios 15:51–52 (RVR1960)
Estos pasajes enfatizan la transformación y resurrección de los creyentes de la era de la iglesia, el encuentro con Cristo en el aire y estar con Él para siempre.
2.2 Pasajes clave sobre la Segunda Venida
En contraste, los pasajes sobre la Segunda Venida describen el regreso visible de Cristo a la tierra en juicio y gloria:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
— Mateo 24:30 (RVR1960)
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero… De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones…”
— Apocalipsis 19:11, 15 (RVR1960)
Aquí el enfoque está en la venida de Cristo a la tierra, el juicio de las naciones y el establecimiento del reino milenial.
2.3 Características contrastantes
Colocando ambos conjuntos de pasajes lado a lado, las diferencias son notables y apoyan con fuerza dos etapas distintas en la venida de Cristo:
| Arrebatamiento (p.ej., 1 Tes 4; 1 Co 15) | Segunda Venida (p.ej., Mt 24; Ap 19) |
|---|---|
| Cristo viene en el aire (1 Tes 4:17) | Cristo viene a la tierra (Zac 14:4) |
| Cristo viene por Sus santos (1 Tes 4:16–17) | Cristo viene con Sus santos (1 Tes 3:13; Ap 19:14) |
| Los creyentes son arrebatados (1 Tes 4:17) | Los incrédulos son quitados en juicio (Mt 24:37–41) |
| No se describe juicio sobre la tierra | El enfoque central es el juicio sobre la tierra (Mt 25:31–46; Ap 19:15) |
| No se menciona el establecimiento del reino | Es seguido explícitamente por el reino (Mt 25:34; Ap 20:1–6) |
| Es un “misterio” no revelado en el AT (1 Co 15:51) | Fue profetizado repetidamente en el AT (Zac 12–14; Joel 3) |
El Arrebatamiento es un evento de traslado y resurrección para la iglesia, mientras que la Segunda Venida es un descenso público en juicio y para reinar. Estas diferencias encajan naturalmente si el Arrebatamiento precede a la Tribulación y la Segunda Venida la concluye.
3. La inminencia del Arrebatamiento
Un pilar central de la postura pre‑tribulacional es que el Arrebatamiento es inminente: puede ocurrir en cualquier momento, sin ningún evento profético previo que deba cumplirse antes.
3.1 Expectativa en el Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento exhorta repetidamente a los creyentes a velar, esperar y aguardar a Cristo mismo, no al Anticristo ni a señales específicas de la Tribulación:
- “…mientras esperan que se manifieste nuestro Señor Jesucristo”
(1 Corintios 1:7, NVI) - “…de donde esperamos ansiosamente a un Salvador, al Señor Jesucristo”
(Filipenses 3:20, NVI) - “…y esperar de los cielos a su Hijo… Jesús, quien nos libra de la ira venidera”
(1 Tesalonicenses 1:10, RVR1960) - “…mientras aguardamos la bendita esperanza, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”
(Tito 2:13, NVI) - “El Señor está cerca.”
(Filipenses 4:5, NVI) - “Tened también vosotros paciencia… porque la venida del Señor se acerca… el juez está delante de la puerta.”
— Santiago 5:7–9 (RVR1960)
Estos textos tienen más sentido si el Arrebatamiento es sin señales previas y podría suceder en cualquier momento. Si la iglesia tuviera primero que pasar por porciones claramente identificables de una Tribulación de siete años, los creyentes serían llamados a velar por esas señales, no por Cristo mismo.
3.2 Inminencia y posturas alternativas
- Los esquemas de mitad de Tribulación (mid‑trib), pre‑ira y post‑tribulacionales requieren años de eventos proféticos específicos (pacto con Israel, abominación desoladora, juicios de sellos y trompetas, etc.) antes de que pueda ocurrir el Arrebatamiento.
- En tales posturas, el Arrebatamiento no puede ser realmente “en cualquier momento”; estará por lo menos a 3½, 5½ o 7 años de distancia una vez comience la Tribulación.
Solo el pretribulacionismo mantiene una inminencia genuina, en armonía con el lenguaje de expectativa que impregna el Nuevo Testamento y con la consigna temprana de la iglesia, Maranatha (“Señor nuestro, ven”, 1 Corintios 16:22).
4. “No nos ha puesto para ira”: la iglesia y el juicio divino
La Escritura declara explícitamente que los creyentes de la era de la iglesia no han sido destinados a experimentar la ira escatológica de Dios.
4.1 1 Tesalonicenses: librados de la ira venidera
Pablo alaba a los tesalonicenses por su conversión y su expectativa:
“…y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.”
— 1 Tesalonicenses 1:10 (RVR1960)
Más adelante explica:
“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo…”
— 1 Tesalonicenses 5:9 (RVR1960)
Dentro del contexto inmediato (1 Tesalonicenses 5:1–3), esta “ira” está relacionada con el día del Señor: un período de destrucción repentina que vendrá sobre “ellos” (incrédulos), no sobre “vosotros” (creyentes).
El contraste entre:
- ellos que dicen “Paz y seguridad” y son sorprendidos por destrucción (5:3), y
- vosotros que “no estáis en tinieblas” y por tanto no seréis sorprendidos (5:4–5),
indica que los creyentes no estarán presentes cuando caiga la ira del día del Señor.
4.2 Apocalipsis 3:10 — Guardados de la hora
En la carta a Filadelfia, Cristo promete:
“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.”
— Apocalipsis 3:10 (RVR1960)
Observaciones clave:
- La promesa no es solamente ser guardados dentro de la prueba, sino ser guardados de la hora misma: del período de tiempo.
- La “hora de la prueba” es mundial (“sobre el mundo entero”), no una persecución local.
- En el contexto de Apocalipsis, la única “hora de la prueba” global aún futura es la Tribulación descrita en los capítulos 6–18.
La expresión “guardar de” (griego: tēreō ek) es muy significativa. En Juan 17:15 aparece la misma construcción:
“No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.” (o “del maligno”)
En ninguno de los dos pasajes tēreō ek significa proteger permaneciendo dentro, sino proteger mediante separación del ámbito o período en cuestión.
Apocalipsis 3:10, por tanto, armoniza perfectamente con un Arrebatamiento pre‑tribulacional: Cristo removerá a los suyos fieles de la misma franja de tiempo de la prueba mundial venidera.
5. La ausencia de la iglesia en Apocalipsis 6–18 y el retiro del Restrictor
5.1 El silencio sobre la iglesia en los capítulos de la Tribulación
La palabra ekklēsia (“iglesia”) aparece 19 veces en Apocalipsis 1–3 y una vez en 22:16. Está completamente ausente en los capítulos 4–18, que presentan el relato más detallado de la Tribulación.
- Apocalipsis 1–3: la iglesia está en la tierra, dirigida directamente por Cristo.
- Apocalipsis 4–5: la iglesia aparece de manera simbólica como los veinticuatro ancianos en el cielo: coronados, sentados en tronos y adorando al Cordero.
- Apocalipsis 6–18: juicios intensos sobre “los moradores de la tierra”; no se menciona a la iglesia.
- Apocalipsis 19: la esposa del Cordero está en el cielo, vestida de lino fino (las acciones justas de los santos), lista para volver con Cristo en gloria (19:7–14).
Este patrón se explica mejor si la iglesia ha sido arrebatada al cielo antes de que se abran los sellos en Apocalipsis 6. Sí hay santos en la tierra durante la Tribulación, pero son santos de la Tribulación, no el cuerpo de Cristo ya completado y glorificado.
5.2 2 Tesalonicenses 2: el Restrictor
Pablo escribe acerca del “hombre de pecado” o “de iniquidad” (el Anticristo), cuya manifestación está actualmente restringida:
“Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste… Solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo…”
— 2 Tesalonicenses 2:6–8 (RVR1960)
Hechos clave sobre el Restrictor:
- Él (o aquello) restringe la iniquidad y la manifestación del Anticristo.
- Debe ser quitado antes de que el Anticristo pueda revelarse.
- Es lo suficientemente poderoso como para frenar el programa de Satanás.
El único candidato adecuado es Dios Espíritu Santo, en particular en Su ministerio propio de esta era a través de la iglesia:
- El Espíritu es omnipotente y soberano sobre Satanás.
- Él restringe el pecado en el mundo (cf. Génesis 6:3).
- Desde Pentecostés habita y obra de manera única en la iglesia (1 Corintios 3:16; 6:19).
Cuando la iglesia sea arrebatada, el ministerio restrictivo actual del Espíritu en y por medio de la iglesia será retirado, permitiendo que el “misterio de la iniquidad” se manifieste plenamente y que el Anticristo sea revelado. El Espíritu, por supuesto, seguirá obrando en salvación (como se ve en las multitudes que serán salvas durante la Tribulación), pero la restricción característica de esta era habrá cesado.
Una vez más, esto encaja naturalmente con un Arrebatamiento pre‑tribulacional: primero la iglesia es removida, luego se revela el hombre de iniquidad y después caen los juicios del día del Señor.
6. El propósito y el enfoque de la Tribulación
La Tribulación (la semana setenta de Daniel) tiene propósitos claramente definidos en la Escritura, ninguno de los cuales requiere la presencia de la iglesia.
6.1 Tiempo de angustia para Jacob
Jeremías escribe:
“¡Ah, cuán grande es aquel día, tanto, que no hay otro semejante a él! Tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.”
— Jeremías 30:7 (RVR1960)
Aquí el enfoque está explícitamente en Israel (“Jacob”), no en la iglesia. Daniel 9:24–27 también declara que las setenta “semanas” están determinadas:
“…sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad [Jerusalén]…”
— Daniel 9:24 (RVR1960)
La Tribulación es el período en el cual:
- Dios trae a Israel al arrepentimiento y a la fe en el Mesías (cf. Zacarías 12:10; Mateo 23:39; Romanos 11:26–27).
- Dios juzga a las naciones gentiles por su rebelión y su trato hacia Israel (cf. Joel 3:1–2; Sofonías 3:8).
La iglesia, un cuerpo distinto formado en Pentecostés (Hechos 2; 1 Corintios 12:13), no está en vista en estas profecías del Antiguo Testamento. Es coherente que la iglesia sea removida antes de que Dios reanude Sus tratos de pacto con el Israel nacional en la semana setenta de Daniel.
6.2 Tiempo de prueba global
Apocalipsis 3:10 denomina a la crisis venidera “la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. La expresión “moradores de la tierra” en Apocalipsis se refiere consistentemente a la humanidad incrédula fijada en su rebelión (p.ej., Ap 6:10; 8:13; 11:10; 13:8, 12, 14).
La Tribulación es, por tanto, un tiempo de exposición y juicio de la humanidad no regenerada. El propósito de la iglesia no es ser probada para salvación, sino ser presentada santa y sin mancha a Cristo (Efesios 5:25–27) y reinar con Él.
7. Implicaciones prácticas de un Arrebatamiento pre‑tribulacional
Aunque el momento del Arrebatamiento es una cuestión doctrinal, también conlleva importantes implicaciones prácticas y pastorales.
7.1 Consuelo y ánimo
Pablo concluye su enseñanza sobre el Arrebatamiento diciendo:
“Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.”
— 1 Tesalonicenses 4:18 (RVR1960)
La bienaventurada esperanza (Tito 2:13) consuela a los creyentes porque asegura:
- Nuestra salvación plena y transformación antes del derramamiento de la ira divina.
- La consumación de la obra de Cristo en Su iglesia antes de que Dios reanude Su programa con Israel.
- La cercanía de ver a Cristo, no solo la cercanía de la catástrofe.
7.2 Motivación para la santidad y el servicio
La inminencia produce un sentido intensificado de responsabilidad:
“Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.”
— 1 Juan 2:28 (RVR1960)
Saber que Cristo podría venir en cualquier momento impulsa a los creyentes a:
- Buscar la santidad (1 Juan 3:2–3).
- Abundar en la obra del Señor (1 Corintios 15:58).
- Vivir en vigilancia y preparación, en lugar de en complacencia.
8. Conclusión: Por qué el Arrebatamiento debe ser pre‑tribulacional
Una lectura cuidadosa, literal y contextual de la Escritura apoya con fuerza la conclusión de que el Arrebatamiento de la iglesia ocurre antes de la Tribulación:
- El Arrebatamiento y la Segunda Venida tienen características distintas que se armonizan mejor mediante una venida en dos etapas, separadas por la semana setenta de Daniel.
- La inminencia del regreso de Cristo encaja naturalmente solo con un Arrebatamiento pre‑tribulacional.
- A la iglesia se le dice explícitamente que no está destinada para ira y se le promete protección de la misma hora de la prueba mundial venidera.
- La ausencia de la iglesia en los capítulos de Apocalipsis dedicados a la Tribulación y el retiro del Restrictor antes de la manifestación del Anticristo concuerdan con la traslación previa de la iglesia.
- El propósito y el enfoque de la Tribulación se centran en Israel y las naciones, no en el cuerpo de Cristo ya completado.
Por estas razones, la postura del Arrebatamiento pre‑tribulacional ofrece la respuesta más coherente y fiel a la Biblia a la pregunta: “¿Cuándo ocurrirá el Arrebatamiento?” Afirma la bienaventurada esperanza del regreso en cualquier momento de Cristo por Su novia y preserva la integridad de los planes distintos de Dios para la iglesia y para Israel en el desarrollo de la profecía de los últimos tiempos.
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